En Wall Street arriesgan que los acreedores en este escenario quieren cobrar rápido. El juego de los buitres y las dificultades para obtener las mayorías necesarias.
Corrida de escena por el drama del coronavirus, la negociación de la deuda sigue siendo un tema muy serio para la Argentina. Para el experto Arturo Porzecansky, los acreedores no se conmueven por la pandemia. Distinta es la opinión de Daniel Marx. En lo que parece un soplo de aliento sostiene que “habrá discrepancias en una negociación que es difícil pero que no está perdida para el país”. De acuerdo con Marx, la Argentina dejó de atraer la atención del FMI que tiene problemas como por ejemplo Ecuador que está bajo programa con el Fondo y de pronto se le derrumbaron sus ingresos por el derrumbe del petróleo.
En cambio, para la consultora Analytica, de los economistas Ricardo Delgado y Rodrigo Álvarez, las tasas que ayer la Reserva Federal de EE.UU. redujo a casi cero, juega a favor de una mayor aceptación de la propuesta.
“La situación es definitivamente otra, al punto que las negociaciones ya no serán cara a cara sino por video conferencia, pero se dan en el peor momento porque con la pandemia nadie quiere oír las razones del otro y los acreedores solo pretenden el efectivo. Es un momento pésimo y no habrá ninguna sensibilidad. Es probable que Argentina desemboque en default”, pronosticó Porzecansky ante este diario.
Consultado sobre el rol de los paquetes de estímulos y la baja de tasas, señaló: “Es mejor que nada, pero lo que predomina es la incertidumbre y eso se va a notar en todos los indicadores que están cayendo en picada, El parate económico global es en todos los niveles. Esta enfermedad es un maremoto que sacude al mundo. Hay que ver cómo se sale”, soltó.