Greenpeace informó de que este accidente es el primero de esta magnitud en el Ártico y es equiparable al derrame del buque cisterna “Exxon Valdez” ocurrido hace tres décadas frente a las costas de Alaska.

Según Rosprirodnadzor, la entidad estatal rusa encargada de velar por el cuidado de la naturaleza, 6.000 toneladas de diésel se derramaron sobre la tierra y otras 15.000 toneladas fueron a los ríos.