“El sistema hacía foco en los padres para la cobertura de niñez, era un sistema concebido en los padres y no en los niños. Se modificó el sistema para que la cobertura esté centrada en el niño y que la formalidad o informalidad de los padres no impactara”, explicaron desde el organismo.

El cambio de sistema, reconocieron, “generó algunos trastornos” porque a varios beneficiarios se les cambió “la boca de pago” y otros sufrieron una demora. Pero, aseguraron, “nadie quedó sin cobrar”. Desde la Anses explicaron que en la localidad de González Catán hubo un problema puntual porque el Banco Provincia cambió las tarjetas de débito y no llegó a entregar las nuevas en tiempo y forma.

En las Anses esperan que el nuevo sistema termine con los 400 mil reclamos mensuales o pedidos de revisiones y que a futuro evite nuevas inconsistencias.

El mayor temor de los beneficiarios era si el nuevo sistema sumaba incompatibilidades entre el cobro de algunas asignaciones y otros beneficios o programas sociales. En este sentido, desde el organismo aseguraron que el sistema no crea nuevas incompatibilidades pero que “perfecciona el sistema de cruce de datos” de las ya existentes por eso puede detectar incompatibilidades previas al cambio en la liquidación. “Son incompatibilidades que ya están reguladas y el sistema las automatiza”, explicaron.