El día que comenzó la primera audiencia, el frente del edificio donde funciona el tribunal tenía aire de kermesse gracias a trapos celestes, pintados con consignas antiderechos, colgados en sus paredes y en árboles cercanos, además del sucedáneo de altar montado bajo un gazebo azul, junto a la puerta.

Ese día, estaba también en la puerta, animando una pequeña manifestación, la activista antiderechos rionegrina Nadia Márquez, a quien reconoce como referente en Cipolletti el espacio político “Valores para mi país” (el sello del viejo partido político liderado por la evangélica y ex diputada Cynthia Hotton, resucitado este año de la mano de Cecilia Pando, el ex cura Alejandro Geyer, el carapintada macrista Juan José Gómez Centurión, entre otros). Márquez, hija de un pastor con fuerte peso político en la provincia, está vinculada al colegio privado evangélico AMEN, cuyo referente nacional más visible es el diputado nacional por Neuquén David Schlereth (Cambiemos). Durante los días siguientes se acercaron otros militantes antiderechos, como el Secretario de Salud y Bienestar Familiar de San Miguel, Pablo de la Torre, quien procuró retratarse con el imputado y carteles en su favor.

Justamente días antes del comienzo del juicio, el diputado nacional Schlereth entregó al médico Rodríguez Lastra un “reconocimiento” por el episodio que lo llevó a ser juzgado. Lo hizo, contó el diputado Schlereth, “en nombre de casi 30 diputados nacionales que representan a 16 provincias”.