El complemento ofreció poco y nada para el espectáculo. Mucha fricción y poca precisión de cada lado convirtieron al compromiso que abrió la zona en un dolor de ojos. Apenas una buena intervención del arquero de Irán, Ali Beiranvand, ante un remate de Ziyach, fue lo destacado. Sin embargo, en el final habría una emoción.