Si la devaluación del real persiste podría beneficiar, justo ahora que se vienen las vacaciones, a los argentinos que tienen planeado viajar a las playas de Brasil este verano. Pero, obviamente, también hará que resulte más difícil que los brasileños vengan al país.
La suba del dólar en Brasil podría generar también turbulencias financieras que terminen rebotando en el mercado argentino, que ya de por sí está en un equilibrio delicado a la espera de definiciones del próximo gobierno sobre la renegociación de la deuda.