El nuevo testimonio que desmiente la lista de supuestos aportantes a la campaña de Cambiemos vino desde las propias filas del macrismo. Silvia Moreno fue candidata a concejal en General Villegas, el lugar en el que ayer estuvo Vidal.
General Villegas es cuna, entre otros municipios bonaerenses, de aportantes fantasma a la campaña del PRO. Y, paradójicamente, es el lugar donde la gobernadora bonaerense finalmente habló del tema después de un largo silencio, en un intento por cargar la responsabilidad a lagunas de la ley de financiamiento y a los denunciantes sin asumir un modus operandi que oculta el origen del dinero usado para hacer proselitismo. Silvia Moreno es docente, directora de dos jardines de infantes municipales en General Villegas, y en las elecciones primarias de 2015 se postuló para concejal en la interna abierta del PRO. Ahora se encontró en la lista de aportantes a las elecciones presidenciales de entonces como si hubiera donado 38.000 pesos para Cambiemos. “Se imaginarán que como docente estoy lejos de poder aportar ese dinero”, le dice a PáginaI12. En rigor, toda la lista completa de candidatos a intendente, concejal, suplentes y consejeros escolares aparece aportando cifras muy elevadas: entre 13.000 y 50.000 pesos. El esquema se repite en Tres Arroyos, Monte Hermoso, Carmen de Patagones, Pehuajó, La Plata, Junín, entre otros tantos puntos de la provincia de Buenos Aires.
“Villegas es un lugar chico. Acá la gente te cruza en la calle y te pregunta ¿Realmente aportaste eso? Y tengo que explicar que no, que es verdaderamente imposible. Ni me pidieron que aportara, ni me pidieron que figurara. Simplemente tomaron mis datos y me pusieron ahí. Supongo que los tenían porque fui candidata a concejal en las primarias de 2015 por el PRO. Como la línea donde yo estaba perdió, dejé de participar y lo que venía no me interesaba. Yo siempre me dediqué a la docencia, y cuando uno acompaña estos proyectos políticos, lo hace como vecino, para mejorar lo local”, ilustra Moreno al hablar con este diario. “Ahora –explica– estoy más concentrada en la pelea por la educación. Pero la escucho a Vidal y se conjuga todo: para ella la culpa la tienen los que denuncian y los docentes”. Los jardines que Silvia dirige son el 917 y el 901. El primero funciona con 60 chicos en una pequeña casa provisoria a la espera, desde hace ocho años, de un edificio cuya obra aún está inconclusa. El segundo tiene 330 niños, en dos turnos. Ella dice que no tiene energía para impulsar una denuncia, pero se sumará a quien la haga porque espera “un esclarecimiento”. “Estoy segura –remarca– que ninguno de los candidatos que estaban en esa lista puso dinero de verdad”.
Ariel Moreno, que trabaja hace dieciocho años en el sector administrativo del Concejo Deliberante, era otro de los integrantes de la lista. Era candidato a concejal en la interna también. Dice que tiene un recuerdo borroso de haber escuchado a alguien preguntar si había interesados en aportar a la campaña, pero de lo que está seguro es que él no puso ni un peso. Sin embargo, figura como si hubiera entregado 32.000. “No es real, yo no los puse. Es evidente que se ha utilizado información de algunas personas que estaba en poder del propio partido. Quizá los que estaban en condiciones de poner dinero lo hicieron. No era mi caso”, le explica a PáginaI12. “También apareció mi esposa, que era candidata a consejera escolar como suplente.”, agrega. Se llama María Andrea Ranalli, y aparece con una donación de 13.000 presos para el PRO. “A mí, la verdad, esto no me sorprendió para nada”, concluye Moreno.
La lista de precandidatos de PRO en aquel entonces, en aquella interna, la encabezaba Horacio Lorenzo, quien quedó fuera de juego en las primarias. El aporte que figura de su parte para la campaña presidencial es el más alto: 50.000 pesos. Cuando se enteró, el fin de semana pasado, informó que, en efecto, la lista completa que lo acompañaba aparecía con aportes de campaña: “No pusimos dinero para ninguna campaña. Por qué se hacen esas cosas, lo desconocemos. Nos juntamos para intentar aportar al pueblo donde vivimos, era una lista de toda gente laburante (…) fuimos víctimas de un abuso de los organizadores de la campaña de Cambiemos, pero así está el país”. Los nombres de aquella lista que figuran con donaciones son 19, por un total de 511.000.
A pesar de las evidencias, en ese mismo municipio fue donde ayer Vidal dijo que “no hay nada que ocultar”, que la ley tiene “lagunas y deficiencias” que habría que corregir y que los aportes sean siempre bancarizados, y que de todos modos “es una denuncia kirchnerismo”, lo que intentó luego relativizar agregando “aunque no importa de donde venga” (ver aparte). En rigor, hay varias pesquisas en marcha, pero las primeras no fueron del kirchnerismo. La primera es una investigación preliminar del fiscal electoral porteño Jorge Di Lello, que se enfocó en aportantes falsos a la campaña de 2017 en la provincia de Buenos Aires donde fueron candidatos Graciela Ocaña y Esteban Bullrich. La segunda está en el juzgado de Sebastián Casanello y apunta a posible lavado de dinero. Se originó con una denuncia de Lucas Schraerer, de La Alameda. El punto de origen fue el hallazgo del periodista Juan Amorín, de El Destape, del que surge un denominador común: las personas cuyas identidades fueron utilizadas el año pasado son pobres, beneficiarios de planes sociales y monotributistas sociales. En la provincia sí hizo una denuncia la senadora bonaerense Teresa García, donde apunta directo a la gobernadora Vidal, como presidenta del PRO, también por los aportes de 2017. García pidió que se incauten todas las fichas de afiliación del PRO, porque muchos aportantes también aparecen como afiliados contra su voluntad. Esa causa quedó activada esta semana con el requerimiento de la fiscal Ana Russo ante el juez Ernesto Kreplak.
Según publicó Diagonales hay otros municipios donde aparecen aportantes de 2015 que niegan haberlo sido, con montos similares. Serían 81 municipios en total, según señala la publicación, donde hay listas completas de donantes electorales truchos. En Carmen de Patagones los candidatos figuran con donaciones por 530.000 pesos en total; en Tres Arroyos, por 517.000 pesos. Ese es el monto promedio de cada municipio. En teoría, ya existe una causa abierta por estos casos de aparentes falsos aportantes de la propia política que tiene María Servini de Cubría a raíz de una denuncia que dijo haber hecho Jorge Más, que encabezó la lista e Cambiemos en 2015 en Pehuajó.