Las flamantes medidas serán dadas a conocer por el jefe de Gobierno de la Ciudad, Jorge Macri, y el ministro de Salud local, Fernán Quirós, en una conferencia de prensa conjunta desde la sede del Gobierno porteño, ubicada en Parque Patricios. Antes de su lanzamiento, Ámbito tuvo acceso a las principales aristas de la estrategia y pudo dialogar con las autoridades para conocer el trasfondo de la política sanitaria en ese sentido.
Dengue: estrategia de cuatro etapas en la Ciudad
El proyecto elaborado por CABA consta de cuatro etapas dividas temporalmente. La primera de ellas se inició en julio y se extenderá hasta septiembre. Este punto de partida está dado por la ausencia del mosquito aedes aegypti adulto y la presencia de los huevos que quedaron del pasado, cuya supervivencia puede ser de hasta un año. “Es el momento más lábil del ciclo del mosquito; el momento donde las intervenciones de prevención tienen mayor impacto en el brote futuro”, señaló el ministro Quirós.
Durante este periodo, se desarrollan operativos para combatir y eliminar criaderos, y se apela a la limpieza y descacharreo por parte de los vecinos, tanto en sus casas como en edificios públicos, polideportivos y demás. Para ello, se recomienda vaciar el agua estancada y también limpiar con cepillos de cerdas duras los recipientes o, en su defecto, utilizar agua hirviendo.
A la par, el Gobierno porteño pide que los habitantes de la Ciudad denuncien la presencia de criaderos. Actualmente se habilitó un “Boti” -similar al que atiende las consultas ciudadanas- y un link denominado “Denunciá Criadero”. En referencia al trabajo mancomunado necesario, Jorge Macri graficó que hay que “construir un contrato social”.
Aedes Aegypti, mosquito capaz de transmitir dengue.
El seguimiento de la situación, en particular, se hace mediante “ovitrampas” desplegadas en distintos puntos estratégicos de CABA, cuyo objetivo es vigilar la presencia de nuevos huevos. Entre julio y septiembre, las mismas suelen arrojar resultados negativos.
Posteriormente, en el periodo que va a de octubre a diciembre, se desarrolla la segunda etapa. Con la llegada del calor, los huevos eclosionan y aparecen los aedes aegypti adultos. A excepción del año pasado, cuando la presencia temprana de los casos propició el inicio de la epidemia, no suele haber circulación del virus. Para entonces, el Gobierno porteño planea no solamente reforzar los operativos, sino también la red de sensores para fortalecer la vigilancia. Al encontrarse casos positivos en uno de los sensores, se despliega un operativo en la zona y se aplican larvicidas en sitios estratégicos.
La tercera etapa, en tanto, tiene lugar en enero. Con el verano avanzando, comienza la circulación local del virus. Aquí se intensifican las actividades de fumigación y de control de foco en la casa de los enfermos para evitar la propagación. “El momento absolutamente indicado de fumigación es cuando aparece una persona que tiene el virus en la sangre. Ahí hay que matar a todos los mosquitos vivos que hay alrededor suyo. Hay que lograr que ningún mosquito lo pique para que no comience la distribución a otras personas de la zona”, explicó Fernán Quirós.
La tarea de deschacharreado y limpieza de reservorios de agua es una de las claves para prevenir el dengue.
En ese sentido, señaló que la “fumigación preventiva de la plaza no sirve; la fumigación sirve en la etapa 3 para el enfermo”. “Si a vos te diagnosticaron la enfermedad y no sos del sistema público -porque en el sistema público vamos enseguida-, comunicate con nosotros y vamos a tu casa a fumigar. En esto también la sociedad nos tiene que ayudar porque mucha gente no lo acepta”, amplió el funcionario. El operativo consiste en fumigar la casa y todo alrededor. Además, se hace un relevamiento puerta a puerta y, por cada febril que se identifica, se bloquea a su alrededor.
La cuarta y última etapa se desarrolla entre febrero y junio, y es el momento de mayor circulación del virus. Al respecto, el ministro de Salud porteño comentó que en ese momento “hay cierta justificación para fumigaciones más masivas”. Sobre este ítem, dijo que “la fumigación preventiva del espacio público no tiene ninguna utilidad”, ya que en el espacio público no está el aedes aegypti: “Preventivamente matar mosquitos que no tienen la enfermedad no sirve de nada. Hay que ir a buscar al mosquito que está enfermo”. Para entonces, se planea establecer 4 nuevos Hospitales de Día en hospitales de agudos y se fortalecer los puntos de hidratación en los CeSACs, así como también se elevar la capacidad de respuesta de las unidades febriles a más de 3.000 consultas por día.
Qué pasará con la vacunación en la Ciudad
Otra de las cuestiones centrales es qué pasará con la vacunación contra el dengue. La Ciudad informó que, en principio, adquirirá 60 mil vacunas “ante el aumento de la preocupación” y “para no perder la ventana de tiempo adecuada”. El plan de vacunación se desarrollará de manera progresiva y en etapas, en consonancia con los lineamientos nacionales. En ese sentido, comenzará con los adolescentes de 15 a 19 años; luego avanzará paulatinamente con los jóvenes de 20 a 29 años y, finalmente, con los adultos de 30 a 39 años.
A partir del 18 de septiembre se comenzarán a otorgar los turnos mediante la página web del Ministerio de Salud GCABA. En total, se dispondrán 12 vacunatorios, distribuidos en los distintos barrios de la Ciudad, incluyendo Hospitales, CeSACS, y postas extrahospitalarias.
“El Gobierno nacional tomó la decisión de vacunar empezando por noroeste y noreste con chicos y chicas de 15 a 20 años. Nosotros vamos a acompañar ese lineamiento en la medida que vayamos el seguimiento de los brotes año por año y del conocimiento científico que adquiramos año por año”, precisó Quirós. Planteó, además, como preocupación, que durante el verano pasado más de la mitad de las personas que se vacunaron en el distrito son mayores de 60 años: “Es un grupo etario para el cual la vacuna no está indicada, porque no hay ningún trabajo científico que haya evaluado para qué sirve una vacuna de este tipo en un mayor de 60 años”.
De momento, la vacunación contra el dengue se realiza en el NOA y el NEA, donde la enfermedad es endémica.
En mayo, el ministro de Salud de la Nación, Mario Russo, presentó el Plan de Trabajo para el Abordaje Integral del Dengue 2024 – 2025, en el que se establece que al momento actual, según la situación epidemiológica, “no es una vacuna para incorporar al Calendario Nacional para todas las jurisdicciones del país”.
“La estrategia focalizada de vacunación tendrá como población objetivo las personas de 15 a 39 años en departamentos priorizados según situación epidemiológica. Se dará inicio por etapas con la población de 15 a 19 años y se avanzará de manera dinámica, progresiva, y escalonada de acuerdo con la disponibilidad de vacunas y según las estrategias ya implementadas por las jurisdicciones”, señaló la cartera sanitaria.
Al respectó, Quirós remarcó que cada distrito es libre de comprar vacunas, pero que lo importante es “no quebrar los lineamientos de la estrategia nacional”.
Ejemplificó, además, que de acuerdo a estudios realizados en Buenos Aires, solo un 8% de los ciudadanos tiene serología para dengue, a diferencia de lo que ocurre con ciudades de Brasil y Paraguay, que son endémicas, donde el fenómeno se da entre el 40% y el 60% de la población. “Eso marca que somos una ciudad con algunos brotes, pero que no es una zona endémica, donde el dengue está sobradamente distribuido como en otras lugares”, evaluó.
Por último, el ministro pidió tener cautela y aclaró que el dengue grave se da en el 0,1% de los pacientes y que solo uno de cada mil se interna. En ese sentido, comentó que la mortalidad en los sistemas públicos que tienen alta accesibilidad es “prácticamente cero”. “La mayor parte de la mortalidad en los países subdesarrollados es de gente que consulta tardíamente o que se pierde en el seguimiento. Atendido adecuadamente y tratado adecuadamente, el dengue tiene una mortalidad de prácticamente cero”, concluyó.
Según datos del Ministerio de Salud de la Nación, entre fines de julio del 2023 y mediados de abril del 2024 se registraron 301 muertes por dengue en la Argentina, con un pico de 56.398 casos en la semana 12 del año. La epidemia tuvo su centro en el norte, que fue la región más afectada. Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que el mayor número de casos de dengue a nivel mundial se registró el año pasado, con un máximo histórico de más de 6,5 millones y más de 7.300 muertes en 80 países.