¿Por qué esto resulta relevante para la investigación? Según explicaron fuentes judiciales a Clarín, corrobora que el ingreso, circulación y egreso del complejo donde vivía Alberto Nisman, no era realmente controlado y que los registros existentes al respecto, son “incompletos y en algunos casos, mal confeccionados, hay muchos espacios por donde se podría permanecer en el lugar sin ser vistos”.
Esta información avanza hacia la búsqueda del autor material del homicidio del ex fiscal, ya que el juez Julián Ercolini dio por corroborado que se trató de una muerte violenta pero sin poder aún especificar quién o quiénes, fueron los responsables. Sólo está procesado como partícipe necesario Diego Lagomarsino y los cuatro ex custodios que se encuentran acusados de incumplimiento de los deberes de funcionarios públicos, por no garantizar la seguridad del ex titular de la UFI – AMIA y dos de ellos, señalado como encubridores del homicidio.
Reconstrucción de las tres torres
En una segunda etapa, se realizó una renderización torre por torre. Son tres las que conforman el complejo Le Parc: Del Río, Del Parque y Del Boulevard (donde vivía Nisman), cada una de ellas de 42 pisos con departamentos de 80 a 135 metros cuadrados, semipisos en la parte superior de 185 metros cuadrados y los últimos pisos con dúplex de 320 metros cuadrados. En esa tarea se realizó la misma simulación teniendo en cuenta la cantidad de cámaras internas y externas y los rangos de cobertura que poseen. Los resultados no variaron, en el interior de los edificios ocurría lo mismo, las cámaras cuentan con ángulos que no son detectados y por ende, no quedan registrados ciertos movimientos.
“Le Parc no es una base militar, es un edificio de viviendas”, describió uno de los vecinos durante su declaración testimonial ante la fiscalía de Taiano. Este concepto fue avalado por más de 400 vecinos más que volcaron en sus declaraciones los problemas de seguridad del lugar. Entre ellos, la rotura de cámaras se postuló como un reclamo recurrente.
Al margen de los rangos de coberturas de las cámaras de seguridad que se analizaron con la renderización, hay otro factor aparejado: otro conjunto de cámaras por fuera de éstas, no funcionan hace mucho tiempo. El costo que demanda ponerlas en funcionamiento ha sido tema de álgido debate en las reuniones de consorcio, contaron los vecinos, y en consecuencia se pidió un presupuesto. El mismo mostró que sólo 40 cámaras están en pleno funcionamiento, pero un gran número estaban inactivas; un total de 24 para ser más precisos.