Mientras tanto, hay otro expediente en paralelo, bastante más complejo, que avanza a tranco lento en la Procuración y que se refiere en forma directa a los hechos que Ramos Padilla le adjudicó a Stornelli, como aprietes instrumentados por D’Alessio al empresario venezolano Gonzalo Brusa Dovat para que hiciera una denuncia contra la petrolera Pdvsa, presuntos intentos de cámaras ocultas a abogados de la causa de los cuadernos, el apriete a Pablo Barreiro, ex secretario de Cristina Fernández de Kirchner e hijo de uno de los detenidos por los cuadernos, el seguimiento a Jorge Castañón, ex marido de Florencia Antonini Modet, actual pareja de Stornelli, a quien con el falso abogado hablan de plantarle “algo” en la valija. Este expediente tuvo un devenir sinuoso, ya que fue incorporando el contenido de la causa de Dolores y de todas las causas conectadas, también las que promovió Stornelli, con citaciones a testimonial de las personas que lo defienden, como Elisa Carrió y su propia esposa. El consejo evaluador –compuesto por cinco fiscales– que deberá decidir qué hacer con todo eso, se reúne este jueves. Iba a tener su encuentro el miércoles último pero lo postergó. Como queda claro, no es un tema que todos sus miembros prioricen, como sí lo han hecho con otros casos que intentan poner sobre el tapete con denuncias remanidas (como contra Gabriela Boquin, Sergio Rodríguez, Federico Delgado, Jorge di Lello, Cristina Caamaño y Enrique Senestrari, como reveló la periodista Luciana Bertoia). Mientras tanto, el fiscal rebelde sigue ganando tiempo.