La ministra de Seguridad Patricia Bullrich defendió el nuevo protocolo de uso de las armas de fuego para las fuerzas de seguridad que habilita a policías y demás agentes a disparar, hasta por la espalda y sin dar la voz de alto, cuando se considere que exista un “riesgo inminente”. La flexibilización del uso de la fuerza forma parte de la nueva doctrina de seguridad que el Gobierno defiende como bandera. “La evaluación la hace el policía. Este reglamento es para que el policía pueda defender a la gente”, aseguró la ministra que volvió a defender al agente Luis Chocobar y advirtió que existe “una ideologización del gatillo fácil”.
Para Bullrich, el nuevo protocolo le da un marco “claro” para la actuación policial. “Hemos tenido casos en donde el no uso de las armas de fuego ha matado gente. Partimos de una Argentina donde a la gente la matan los delincuentes. El problema de violencia que tenemos es del delincuente que no valora al ciudadano”, justificó la ministra la mano dura, sin dar a conocer otras cifras de las muertes causadas por los uniformados. “El 99 por ciento de la gente que muere por un arma de fuego en Argentina, muere a manos de un delincuente”, insistió al mencionar una cifra que no justificó.
La ministra negó que este nuevo reglamento sea una vía libre hacia el gatillo fácil ya que confió en el uso “mesurado” de esta doctrina por parte de los agentes, que sólo usarían el arma “para proteger a la gente”. “Hasta ayer los gendarmes tenían que esperar que primero les abran fuego, primero usar su fuerza física, hacer judo y como última opción el uso del arma. El reglamento era de falta de protección para el agente”, señaló Bullrich, en declaraciones a Radio Con Vos.
Según esta nueva doctrina, los propios policías serán los encargados de juzgar si usar o no el arma de fuego, de evaluar si existe ese “peligro inminente” a partir de su subjetividad. “La evaluación la hace el policía”, fue firme Bullrich, que volvió con la defensa de Chocobar, el policía que mató a un ladrón mientras escapaba, luego de atacar a un turista con un cuchillo. “El policía es quien evalúa si hay riesgo. No se puede decir que si se está escapando ya no hay peligro. Este reglamento es para que los policías puedan defender a la gente”, defendió Bullrich.
Para Bullrich, esta nueva doctrina tuvo ya sus resultados positivos: “Estamos en el año con menos policías muertos. Con la doctrina anterior se despedía a dos agentes por mes en el cementerio de la Chacarita. Este año despedimos a siete”. Según Bullrich, las muertes a los civiles también disminuyeron a 14 durante este año.
La ministra, sin embargo, desconoció las cifras de gatillo fácil que miden los organismos especializados en violencia institucional y denunció “una ideologización” de esta práctica. Según la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi), en 2017, hubo 258 víctimas de gatillo fácil. Bullrich desestimó esa cifra, que incluso fue menor que la de 2015, ya que no toma condenas firmas. “Si queremos que las fuerzas de seguridad actúen defendiendo a la sociedad tienen que poder saber que hay principios generales que los protegen”, defendió a los uniformados.
La ministra lanzó que el país viene de “una vieja historia, la dictadura, que le fue sacando la capacidad de acción a la Policía hasta que llegamos a una Policía de brazos caídos “.