Hay una serie de iniciativas de reforma, que el gobierno asegura ser esenciales, que serán enviadas para votación de diputados y senadores. Resulta obvio que justo en este momento unirse a manifestaciones furibundas contra el Congreso es un absurdo. Obvio para todos, excepto para Bolsonaro, su trío de hijos hidrófobos y las otras bestias que lo rodean.

No es, ni mucho menos, la primera vez que el ultraderechista inepto y desequilibrado supera límites rumbo a un endurecimiento del panorama político. Pero lo de hoy quedará como una clase magistral de irresponsabilidad y estupidez. Otra más.