El 0-0 con el que terminó la etapa inicial era algo injusto para los belgas, que habían hecho el mayor desgaste en busca del triunfo. Sus figuras habían tenido un buen rendimiento colectivo, pero no habían podido ser certeras en el último toque. El equipo de Darío “Bolillo” Gómez, por su parte, chocó constantemente contra sus propias limitaciones, tanto en ataque como en defensa.