En diciembre de 2015, cuando Mauricio Macri asumió como presidente, una de sus primeras medidas fue quitarle las retenciones a las exportaciones de productos regionales, trigo, maíz y girasol. Tres años después, en septiembre de 2018, el Gobierno anunció que volvería a extender las retenciones a todos los sectores exportadores, con el objetivo de aumentar la recaudación y llegar al déficit cero acordado con el FMI tras la firma del acuerdo más grande que realizó el fondo. Ahora vuelve a dar marcha atrás, parcialmente, reduciendo la incidencia de las retenciones sobre el valor de las exportaciones, “teniendo en cuenta la situación económica general de los sectores productores de hortalizas y frutas, así como los aspectos climáticos y sanitarios que los afectan”, según señala en los considerandos del decreto.