Para combatir estas enfermedades, la Secretaría de Salud puso en marcha un plan para la disminución escalonada del contenido de sodio de galletitas, bizcochos y similares, fiambres, embutidos, sopas y caldos.
En 2013 se sancionó la ley 26.905 de Reducción del Consumo de Sodio, que dispuso una disminución de un 15% del sodio ese grupos de alimentos procesados. Ahora, a través de la Resolución Conjunta 1/2018, que establece la reducción de sodio de 26 artículos del Código Alimentario Argentino (CAA), se ordenó una nueva reducción, de entre 5 y 14%. Las empresas tendrán un plazo de 18 meses para adecuarse a la nueva disposición.
Se dispuso una reducción del 5% y el 14% respecto de lo establecido en la ley de 2013 de los alimentos cárnicos y derivados -hamburguesas, salchichas, chorizos, empanados de pollo, chacinados y embutidos- y algunos farináceos –panificados, galletitas dulces y saladas, snacks y panficados congelados-. En 2013, se había incluido a sopas y caldos entre los que debían reducir un 15% el sodio.
Además, la ley establece que debe haber menús alternativos de comidas sin sal agregada, limita la oferta espontánea de saleros e impulsa la disponibilidad de sal en sobres y con bajo contenido de sodio en establecimientos gastronómicos.