Puntualmente, destacan la implementación de herramientas que permiten ir hacia la transparencia fiscal y erradicar el secretismo.
“En los últimos dos años, hemos sido testigos de los esfuerzos coordinados de una amplia variedad de organizaciones de la sociedad civil Latinoamericana para mejorar la transparencia y el acceso a la información tributaria”, celebró Magdalena Sepúlveda, integrante de la Comisión Independiente para la Reforma de la Fiscalidad Corporativa Internacional (ICRICT) y directora Ejecutiva del Global Initiative for Economic, Social and Cultural Rights.
Seguido, advirtió que “aún queda mucho por hacer” y que “la pobreza y la desigualdad de la región no pueden ser enfrentadas sin transparencia fiscal y un marco amplio de políticas de carácter redistributivo, incluyendo la política fiscal”.
“Este informe contribuye a llevar el tema de los recursos fiscales de los márgenes al centro de la agenda del movimiento de derechos humanos y de lucha contra la desigualdad”, completó Sepúlveda.
Panamá volvió a liderar la nómina porque, argumentaron, “mantiene un alto puntaje de secretismo, aunque finalmente ha decidido participar en la implementación del estándar global de Intercambio Automático de Información”.
Y en el segundo lugar se ubica Venezuela, aunque quienes elaboraron el relevamiento aclararon que “hay que tener muy en cuenta la seria situación que conlleva un agresivo bloqueo financiero de entrada y salida de divisas, un sistema económico con grandes distorsiones y enormes restricciones que lo al borde de ser un país en guerra”.
“Estos elementos han incidido para que la información levantada en el Índice lo ubique en esta posición”, explicaron.
En el otro extremo de esa lista regional, es decir al frente de los países de más comprometidos con la transparencia financiera, se ubica Ecuador, mientras que la Argentina quedó en el puesto 12 de los 16.
El caso argentino
Andres Knobel es abogado e investigador de la Red de Justicia Fiscal. En diálogo con Clarín se refirió a la situación particular de la Argentina, no sin antes aclarar que es la primera vez que el país se incluye en el informe.
“Lo importante para entender del índice es que el objetivo es ranquear cuáles son los mayores responsables del secreto financiero global en la práctica. No se basa únicamente en cuán opaco o transparente es el marco legal sino que también cuánto es efectivamente usada cada jurisdicción por parte de los no residentes. Si los países en el top 10 (a nivel global) como Islas Caimán, Estados Unidos o Suiza se volvieran más transparentes, el mundo sí notaría la diferencia en la lucha contra los flujos financieros ilícitos”, evaluó.
Remarcó que “no existe el dato de cuánta plata de origen ilegal hay en cada país, entonces el mejor indicador son datos del FMI sobre la exportación de servicios financieros a los no residentes, básicamente relacionado a abrir cuentas bancarias o constituir sociedades, entre otros”.
“En la Argentina se destaca en el intercambio automático de información bancaria. El país fue uno de los primeros en implementarlo y la AFIP es bastante sofisticada a la hora de obtener información de otros países”, diferenció.
Pero luego, advirtió que “donde la Argentina está muy atrasada con respecto a muchos otros países de la región, es en el tema de los beneficiarios finales”.
“Esto tiene que ver con identificar a los individuos que son los verdaderos dueños y controlantes de las empresas y de los fideicomisos que operan en el país, y es una herramienta crucial para combatir la corrupción, el lavado de activos y la evasión”, explicó.