Alberto arrancó agradeciendo a CFK por su “confianza”. Después también mencionó la “enorme gratitud” de la gente en cada lugar que recorrió en su campaña”. “Están todos muy preocupados por cómo me voy a llevar con Cristina. Nunca más me voy a pelear con ella”, aseguró, en una frase festejada.

El mensaje tuvo como destinatarios a los gobernadores y en especial al anfitrión Perotti. “La Argentina que se viene va a ser una Argentina muy distinta y estos gobernadores van a hacer parte”, prometió. De paso también fustigó a Macri, ya que, dijo, sólo produjo “4 millones y medio de pobres” y prometió que los cambios en el país se notarán rápidamente. “El primer semestre que gobernemos vamos a cambiar a la Argentina, porque la suerte va a depender de nosotros”, auguró y destacó: “Una vez más, con esa dignidad nos vamos a volver a poner de pie. Estos mismos personajes nos dejaron como ahora en el 2003… Salimos de ese laberinto por la dignidad de todo el pueblo argentino”, siguió Fernández. Para el cierre, pidió que “si alguna vez no esté cumpliendo con mi palabra, salgan a la calle a recordarme que les estoy fallando”.