“El plan es tal cual lo propusimos al principio: que la curva de contagios sea lenta para que podamos prepararnos y atender todos los casos que se presentan; estamos aprovechando muy bien el tiempo ganado”, celebró.
Acompañado del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero y del ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, Alberto Fernández dijo que a raíz de la pandemia de COVID-19 en el mundo, “tenemos que enfrentar el problema global de la escasez de insumos”. “Entiendan que es un momento de excepción, no tenemos que caer en el falso dilema de es la salud o la economía, una economía que cae siempre se levanta, pero una vida que termina no la levantamos más”, enfatizó.
“No estamos descuidando la economía, estamos haciendo muchas cosas por la economía, no solamente garantizando dinero en los sectores más empobrecidos, que lo necesitan, sino ayudando a la pequeña y mediana empresa”, manifestó al respecto.
Tras destacar el “esfuerzo del Estado nacional”, apuntó a los empresarios: “Hemos hecho todo lo necesario para sobrellevar este momento económico, por eso no me resulta grato ver que alguien despida a un empleado. Voy a ser muy duro con el que rompe el acuerdo de precios, o el que especula tratando de subir los precios en un momento de extrema necesidad, voy a ser duro con ellos y con los que despiden gente. La pandemia nos tiene que enseñar la regla de la solidaridad, aquí nadie se salva solo”, enfatizó en sintonía con el mensaje del papa Francisco. “No podemos en semejante crisis desamparar a alguien dejándolo sin trabajo”, retó el Presidente. “Para muchos empresarios se trata de ganar menos, no de perder. Bueno, muchachos, les tocó la hora de ganar menos y así lo voy a hacer respetar”.
Luego de mencionar la batería de medidas que lanzó el Gobierno durante el avance del coronavirus, el mandatario pidió “asumir los días que nos quedan de cuarentena. Estaremos haciendo algo en favor nuestro, de los que queremos, y en favor de la Argentina. Los invito a que trabajemos juntos porque la Argentina es nuestra casa común, y tenemos que cuidarla mucho, este camino está empezando, queda mucho por delante y no tenemos garantizado ningún resultado; sí sabemos que si cumplimos con ciertas cosas, el dolor será menor”, concluyó.
Ayer por la tarde, en teleconferencia con los gobernadores les había pedido que sean “muy firmes” en sus distritos con los empresarios para evitar prácticas especulativas. Por su parte, los mandatarios provinciales manifestaron su apoyo a las medidas tomadas hasta el momento y vieron con buenos ojos la extensión de la cuarentena para reducir los picos de contagio.
Más temprano, por la mañana, un comité de expertos le recomendó “unánimemente” la extensión del aislamiento obligatorio, mientras que el ministro de Salud, Ginés González García, se mostró optimista con las estadísticas actuales.
“Tenemos el orgullo de que en el mundo se hable del modelo argentino. Porque no solo hemos comenzado con acciones muy fuertes desde el principio sino porque además las hemos hecho todas juntas: hemos iniciado antes y con muchísima más intensidad las medidas”, destacó Ginés.
El objetivo de la Casa Rosada sigue siendo evitar que se aceleren los casos positivos porque de esa manera el sistema sanitario colapsaría. Pero la problemática social en el corazón del Gran Buenos Aires es otro de los termómetros que monitorean a diario. La continuidad del aislamiento no genera el mismo efecto en el conurbano que en la Ciudad.