El Ministerio de Sanidad italiana informó que nunca fue confirmada la capacidad de este virus de reproducirse en animales domésticos o seres humanos. Todas las personas que estuvieron en contacto con el “gatto morto” están siendo sometidas a profilaxis.
El caso recordó otro misterio: la docena de contagios comprobados en Hong Kong de un virus que trasmite la hepatitis, conocidos entre el año pasado y los últimos meses. El agente de trasmisión son las ratas y la docena de víctimas seres humanos, de los cuales al parecer ninguno ha muerto. Pero se produjo en este caso el mismo salto de especie de nuevo coronavirus de murciélagos a seres humanos vivido en la metrópoli china de Wuhan, el año pasado, y que hizo estallar la pandemia mundial del coronavirus.